Hasta el lugar del crimen llegó la madre de María José Coni, una de las dos jóvenes argentinas asesinadas en la localidad ecuatoriana de Montañita.
La progenitora fue hasta el hotel donde se hospedaron, el bar donde por última vez las vieron en compañía de los presuntos asesinos, y la casa donde las habrían ultimado. La madre mostró sus dudas sobre el caso, extrañada por cómo las jóvenes desaparecieron siete días en un pueblo tan pequeño.
El caso entra en más confusiones con las contradicciones de los detenidos, pues uno de ellos confesó que junto al otro las asesinaron, sin embargo, horas después reveló que actuó solo. La autopsia de las víctimas reveló que cada una fue asesinada con crueldad.
