El Perú ha enfrentado una década de turbulencia con ocho presidentes en sucesión rápida, un récord que resalta las dificultades para mantener la gobernabilidad. En medio de esta crisis, el expresidente Pedro Castillo generó controversia al proponer la disolución temporal del Congreso y la creación de un gobierno de emergencia, una medida que fue interpretada como un intento de concentración de poder. Esta propuesta, rechazada por el legislativo, aceleró su propio proceso de vacancia y marcó un punto de inflexión en la política nacional.
Vacancia de Dina Boluarte y transición presidencial
Dina Boluarte, primera mujer en asumir la presidencia en diciembre de 2022 tras la destitución de Castillo, enfrentó un gobierno marcado por 39 cambios ministeriales y múltiples investigaciones. Acusada de inacción ante la inseguridad, represión de protestas y escándalos éticos, el Congreso aprobó su vacancia por "incapacidad moral permanente" el 10 de octubre de 2025, con 121 votos a favor y sin oposiciones. Su mandato, que duró menos de tres años, dejó un legado de polarización y debilitamiento institucional.
La sucesión constitucional llevó a José Enrique Jerí Oré, de 38 años y presidente del Congreso, a juramentar como nuevo jefe de Estado ese mismo día. Miembro de Somos Perú, Jerí asumió hasta julio de 2026, prometiendo un gobierno de transición enfocado en reconciliación y empatía. Sin embargo, su perfil genera debate: elegido congresista en 2021, enfrenta investigaciones por abuso sexual —archivada en agosto de 2025— y enriquecimiento ilícito, al aumentar su patrimonio de 90 mil a más de un millón de soles entre 2021 y 2024.
Jerí priorizará la formación de un gabinete para combatir la ola de criminalidad que azota al país, un desafío heredado que exige unidad nacional. En su discurso inicial, enfatizó la humildad y el compromiso con cambios estructurales, en un contexto donde la ciudadanía demanda estabilidad y confianza en las instituciones democráticas.