Lima es una “bomba de tiempo” y en este mes de diciembre, los días pasan y quién sabe si una desgracia esté a punto de suceder. Y es que la falta de responsabilidad y de respeto a la gente, y al lugar en donde vivimos es un problema que no se puede ocultar más. Solo basta recordar el siniestro de hace casi 20 años ocurrido en Mesa Redonda, un incendio de gran magnitud que marcó la historia de nuestra capital con más de 227 perdidas humanas y más de 500 heridos.
El fuego destruyó cinco galerías comerciales en el cruce de las calles Andahuaylas y Cusco y se extendió velozmente a las cuatro manzanas vecinas, ayudado por la concentración de pirotecnia en las tiendas, pasillos, e incluso en las aceras de las calles. Mesa Redonda estaba identificada como una zona de muy alto riesgo por su extendida tugurización, hacinamiento y sobreocupación de mercadería.
Desde entonces, aquel siniestro nos recuerda que iniciado cada mes de diciembre los incendios son un peligro recurrente de nunca acabar.
Ante esta situación un equipo de “Al Sexto Día” salió a las calles de Lima para reconocer aquellos puntos críticos que por malas instalaciones eléctricas y excesos de cableados que son asechados por la desgracia y el peligro.
