La Navidad, como todo en este mundo, también tiene sus detractores y el representa todo el sentido antinavideño, su nombre es el Grinch, el que odia esta época del año, el que recuerda a quien se le pregunta que es tiempo de engordar, de gastar, de sufrir por no encontrar el regalo perfecto para los niños.
El Grinch es por naturaleza antipático y, pese a vivir en una montaña, odia las navidades por el alegre bullicio que traen, así que se disfraza de Papa Noel para robar los regalos e impedir las fiestas. En su historia cuenta que a pesar de su mal humor descubrió que el espíritu de éstas fiestas continúa sin ellos y empieza a comprender cuál es su verdadero significado.
De esa manera, su corazón, que era más pequeño de lo normal, crece; al final se hace bueno y devuelve lo que robó, por lo que incluso es invitado a participar en los festejos.
Pero en cada navidad siempre hay un personaje como este y el multifacético “Cachay” aprovechó sus atributos naturales para sacarle el jugo a la pascuas y convertirse en el “Grinch peruano”, un fastidioso personaje que realmente odia la época navideña y todos los que osen pasarla bien.