Los penales de nuestro país albergan miles de personas acusadas de algún delito o esperando una sanción por su error, sin embargo, eso no es motivo para que sus familiares los olviden y no vayan a visitarlos. Uno de esos momentos es el Día del Padre, donde cientos de personas hacen largas colas para llevar un poco de alegría a sus seres amados que aún permanecen tras las rejas.
Por ejemplo, en el Penal de Lurigancho, ubicado en Lima, los ciudadanos que acuden por estas fechas, no dudan en llevar un delicioso pastel, tarta o un contundente pollo a la brasa. Todo es bienvenido para brindarle ese calor de hogar al recluido. Por otro lado, algunas féminas optaron por arreglarse para sorprender a sus parejas
Las historias que también se juntan en esta clase de situaciones son diversas al igual que las personas que acuden a este recinto carcelario. Un equipo de “Al Sexto Día”, pudo conocer los casos de varios padres que son visitados por sus madres, suegras, esposas o hijos, quienes se dan un tiempo para visitar a ese ser querido a pesar de la distancia y el tiempo. Asimismo, estas familias dan una clara enseñanza que a pesar del mal accionar que pudo tener su allegado, ese vínculo sanguíneo permanece.