La ciudad de Lima alberga una infinidad de historias, pero no solo en sus monumentos y plazas, sino también en su gente, que a diario sale a las calles para sacar adelante a sus respectivas familias. Por eso un equipo del programa fue en búsqueda de las mismas por diversos puntos de la capital y su recorrido los llevó finalmente a esos relatos que se esconden detrás de las personas que laboran en los exteriores de recintos penitenciarios.
Varias de ellas tienen algo en común con los presos y es el hecho de compartir sueños, en este caso seguir adelante con las actividades que realizan, principalmente relacionados al mundo de la gastronomía. Uno de esos casos es el de la “hermana Isabel”, quien es una señora de 64 años de edad que labora vendiendo comida en los exteriores del penal Sarita Colonia, en el Callao, para apoyar a sus dos nietos que no pudieron contar con ese amor de padres. Sin embargo y a pesar de sus problemas, debe seguir adelante para darles un mejor futuro a ambos.
En otro punto capitalino, para ser más específico, a las a fueras de la cárcel de Lurigancho, se encuentra Ana. Comerciante dedicada a la venta de platillos de la selva para solventar sus gastos y la de sus cinco hijos. Asimismo, se conoció la historia de Zulma, una madre de familia que trabaja acompañada de su menor hijo reciclando botellas de plástico para mantenerse económicamente. Si bien no están encarceladas literalmente, estas personas se encuentras presas de sus problemas que deben seguir afrontándolo con firmeza y coraje.