Los biopolímeros los podemos definir como una serie de sustancias inyectables no aptas para el uso humano y que afectan a diferentes tejidos, órganos y sistemas, usualmente produce lesiones irreversibles y ocasionalmente irreparables.
Los biopolímeros deberían ser sustancias sintéticas biodegradables, pero en la práctica se trata de componentes sintéticos de cualquier índole que se inyectan en el cuerpo humano, y muchas veces sin ser aptos para uso médico.
En la actualidad, el uso popular de los biopolímeros se enfoca en el aumento de glúteos y caderas, seguido de inyecciones faciales, pero alarmantemente se han incrementado las inyecciones de sustancias en cualquier parte del cuerpo, con tal de encontrar la belleza estética deseada.
En este grupo llamados biopolímeros silicón industrial, aceites minerales y vegetales, entre otras sustancias, que dentro del cuerpo pueden llegar a producir reacciones inflamatorias crónicas que inducen dolor, masas induradas en el cuerpo, y en ocasiones producen lesiones abiertas en la piel que pueden infectarse.
Otro peligro bastante común es que en la gran mayoría de casos el líquido podría moverse del lugar donde se aplicó y ser superficial a distancia.
Por estos motivos los especialistas señalan que lo mejor es realizarse procedimientos estéticos sólo con personal médico calificado y en centros habilitados para ellos.