El llamado “Caso Cirugías” que involucra a la presidenta Dina Boluarte ha dado un giro crucial con la aparición de Patricia Muriano, una figura que pasó de ser su amiga entrañable y colaboradora cercana, a convertirse en una de las piezas clave de la investigación que hoy remueve los cimientos del Congreso y del Ejecutivo.
Según revelaciones contenidas en la carta notarial del cirujano Mario Cabani, Muriano no solo habría acompañado a Boluarte durante las intervenciones estéticas realizadas en junio de 2023, sino que habría solicitado y retirado la historia clínica de la mandataria, un documento médico-legal cuya custodia pertenece exclusivamente al centro de salud.
Confianza total entre Boluarte y Muriano
La relación de confianza entre ambas mujeres se remonta a su etapa en RENIEC, donde Muriano habría sido incluso encargada de la sede de Surquillo y, según investigaciones periodísticas, fue quien asumió la administración operativa en momentos clave como el periodo electoral. “Tanta era la confianza que dejó encargos oficiales en manos de Patricia Muriano”, señala Karla Ramírez, jefa de la Unidad de Investigación de Panamericana.
Ahora, desde el extranjero, Muriano habría entregado correos, selfies, registros de viajes y audios comprometedores, que revelan detalles del entorno íntimo de Boluarte durante las cirugías estéticas, que hasta hace poco la presidenta atribuía únicamente a un procedimiento funcional por “rinitis crónica”.
