El último fin de semana, los vecinos de Barranco y Rímac fueron testigos de violentos sucesos. Sicarios armados asesinaron a dos hombres y dejaron a varias personas gravemente heridas en dos bares de estos distritos.
Al respecto, Juan Carlos Liendo, exjefe de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI), señaló que el gobierno debe adoptar medidas severas e inmediatas para contener esta ola de criminalidad en el país.
“El sicariato está alcanzando dimensiones de un problema de seguridad nacional, con dos aspectos críticos: la incompetencia de las autoridades y una policía totalmente desbordada. Ya es tiempo de actuar con decisión frente a este flagelo”, indicó Liendo.
Liendo también mencionó que la lucha contra el sicariato debe involucrar a los municipios en alianzas con empresas privadas. “Es indispensable la cooperación entre miembros de la Policía Nacional, seguridad privada y seguridad municipal, especialmente en zonas con alta afluencia de personas. Esto debe organizarse de manera inmediata, dado que las respuestas de las autoridades políticas y de seguridad están siendo insuficientes”, afirmó.
Asimismo, Liendo destacó la necesidad de aplicar una política de mano dura contra los sicarios, independientemente de su edad, quienes han estado sembrando el terror entre la ciudadanía. “Inicialmente, se requiere mano dura mientras se reforman las organizaciones policiales y se realizan cambios estructurales en el Ministerio Público y en la Policía Nacional”, explicó.
TERRORISMO URBANO
Finalmente, Liendo sugirió que, debido al desborde de violencia por parte de los sicarios, el gobierno debería considerar estos actos como terrorismo urbano. Además, enfatizó que quienes perpetran estos ataques son parte de organizaciones criminales que operan por la falta de control efectivo de las autoridades.
