Un macabro crimen ha conmocionado a la región Huánuco. El empresario moqueguano César Ortiz Alponte, de 40 años, fue secuestrado en Tingo María y mantenido en cautiverio durante 11 días, periodo en el que sus captores exigieron a su familia un rescate de tres millones de soles. Pese a las súplicas de la víctima, los delincuentes lo asesinaron brutalmente.
El último fin de semana, la Policía halló los restos mutilados y calcinados del padre de familia en un descampado de la zona de Afilador. Ortiz había llegado el 30 de agosto a Tingo María con la intención de adquirir terrenos para cultivos de cacao y plátano, pero desapareció a los pocos días. Su familia denunció el hecho el 3 de septiembre, iniciándose así la investigación.
Agentes del DEPINCRI Leoncio Prado detuvieron a cuatro presuntos integrantes de la organización criminal “Los Carachamas”, sindicados como responsables del secuestro y asesinato. Las autoridades no descartan la participación de más personas y continúan con las diligencias para capturar a todos los implicados.
VIOLENCIA DESMEDIDA
Especialistas en criminología advirtieron que este caso refleja la creciente normalización de la violencia en el país. El exviceministro del Interior, Ricardo Valdés, recordó que delitos de esta magnitud pueden ser sancionados con cadena perpetua, mientras que psicólogos forenses señalaron que los responsables muestran un desprecio absoluto por la vida humana.