Una nueva emergencia moviliza a los rescatistas en los Andes peruanos. Dos turistas japonesas quedaron atrapadas en el nevado Huascarán, en Áncash, a más de 6 mil metros de altura. La alerta internacional se activó luego de que una de las montañistas sufriera hipotermia durante el descenso y quedara inmovilizada, lo que encendió las alarmas a nivel mundial.
El pedido de auxilio fue emitido mediante un sistema de comunicación satelital Garmin desde una base en Estados Unidos, lo que permitió activar rápidamente el protocolo de rescate. Beto Pinto, presidente de la Asociación de Guías de Montaña, explicó que estos dispositivos —como el InReach Mini— permiten enviar señales de SOS y mensajes de texto con geolocalización precisa en zonas de difícil acceso.
La Policía de Montaña ya desplegó un equipo de rescate especializado, aunque advirtió que las condiciones extremas del terreno y la altitud podrían retrasar la operación. El caso revive la preocupación sobre la falta de infraestructura adecuada para este tipo de emergencias, especialmente luego del hallazgo reciente de tres montañistas fallecidos en el nevado Artesonraju.
LLAMADO AL GOBIERNO
Ante esta situación, Beto Pinto reiteró su llamado al gobierno para dotar al país de un helicóptero destinado exclusivamente al rescate en zonas de alta montaña. “El año pasado presentamos el proyecto de ley de socorro andino, pero no hemos tenido respuesta. No entendemos por qué no hay este soporte del Estado”, lamentó.