Las ciudades de Chiclayo y Trujillo han sido incluidas oficialmente en la ruta “Caminos del Papa – León XIV”, una iniciativa del Ministerio de Cultura que busca poner en valor los lugares donde vivió y sirvió el Sumo Pontífice, durante su prolongada estadía en el Perú, que se extendió por más de tres décadas.
Prevost, hoy máxima autoridad de la iglesia católica, dejó una huella profunda en ambas ciudades, especialmente en Trujillo, donde vivió entre 1988 y 1999 y desarrolló una intensa labor pastoral en la Iglesia católica.
Durante esos años, desempeñó distintos roles con humildad, compromiso y cercanía con la comunidad trujillana, lo que motivó que esta ciudad también fuera considerada parte del recorrido.
En Trujillo, la ruta incluye puntos emblemáticos como el Arzobispado de Trujillo, la Parroquia Nuestra Señora de Monserrat, el Convento Santo Tomás de Villanueva, la Parroquia Santa Rita de Casia y el Seminario Mayor San Carlos y San Marcelo. Todos estos espacios están vinculados a la labor espiritual de Prevost, y representan etapas clave de su servicio eclesiástico.
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Uno de los lugares más simbólicos es el Convento Santo Tomás de Villanueva, donde aún se conserva la habitación que usó el ahora Pontífice. La población trujillana ha recibido con entusiasmo la noticia, en reconocimiento al legado de fe, entrega y vocación que el actual cardenal dejó en la región.
La ruta “Caminos del Papa – León XIV” busca fortalecer la identidad cultural y religiosa del país, destacando la huella del liderazgo espiritual que Robert Prevost dejó en el Perú antes de su nombramiento en la Santa Sede.
