Los habitantes de la comunidad de Huallhua, en la región Ayacucho, castigaron de manera peculiar a su alcalde, Rogelio Tovar Cuba, al vestirlo con ropa de mujer, acusándolo de no cumplir sus promesas.
El burgomaestre fue forzado por las mujeres del lugar a ponerse una falda y blusa, como símbolo de su incumplimiento con la comunidad. Los moradores señalaron que, hasta el momento, no han visto proyectos significativos que mejoren su calidad de vida.
Durante la protesta, los residentes obligaron al alcalde a caminar por un campo deportivo con la vestimenta puesta, como forma de manifestar su descontento contra la autoridad edil.
CASTIGOS COMUNES
Este tipo de prácticas no es nuevo en las regiones de la Sierra, donde los alcaldes que no cumplen con sus promesas son castigados simbólicamente con acciones como montar burro o caminar descalzos, entre otras acciones sin recurrir a la violencia.
