Las rondas campesinas no solo castigan a los delincuentes. En Cajamarca, los ronderos castigaron al alcalde del caserío de Samana Cruz por su infidelidad a su actual pareja. Su esposa denunció que el burgomaestre no asume su responsabilidad como padre y que malgasta su dinero en fiestas y con su amante.
La esposa del alcalde también denunció ante los ronderos que la autoridad quiere abandonarla y dejarla endeudada con un préstamo de más de 2 mil soles.