Con la muerte de Juanita Mendoza, quien fue quemada viva por la expareja de su hermana, son 11 las mujeres que perdieron la vida tras ser salvajemente atacadas con fuego, según cifras de la Defensoría del Pueblo, sin embargo, sus agresores no han sido sentenciados. Para el abogado, Roberto Miranda, la falta de sentencias en estos casos se debe a que las debilidades del sistema de justicia peruano evitan que los agresores reciban sanciones ejemplares. La máxima sanción que apenas tienen algunos de estos sujetos es la de prisión preventiva.
El especialista sostuvo que se debe designar un área especializada para tratar estos execrables actos. Según la Defensoría desde el 2017 hasta la fecha, 18 mujeres fueron quemadas por sus parejas o conocidos, sin que esto genere un cambio drástico en la justicia peruana.
Cabe señalar que se ha estimado que el 70 por ciento de los casos de feminicidio y tentativa no logra una sentencia ya que las autoridades de la justicia pueden ser denunciadas por inconducta funcional si no se ciñen al debido proceso, que busca la sanción de los agresores.