Cargando el ataúd de Jesús Quispe Mamani de 22 años, quien fue asesinado de un balazo el fin de semana en el interior de un bar de Juliaca, los familiares de la víctima irrumperon en el local para destruirlo y saquearlo.
Cinco personas, que serían propietarios de las viviendas, terminaron heridas. Mientras los enardecidos pobladores del distrito de San José en la provincia de Azángaro, intentaban hacer justicia con sus manos.
Ciudadanos exigieron justicia y el cierre de varios antros de perdición que funcionan cerca de este local. Además, la madre identificada como Herminia Mamani Mamani, pidió entre lágrimas sanción y captura de los responsables del asesinato de su hijo.