La reciente captura de Miguel Ángel Marín Morón, conocido en el mundo del crimen como “Negro Marín”, en la ciudad de Madrid, ha revelado la existencia de una compleja estructura familiar dedicada a la extorsión de transportistas en Lima. De acuerdo con las investigaciones de la División contra el Crimen Organizado y la Fiscalía de la Nación, sus hijos habrían continuado manejando las operaciones ilegales bajo los alias de “Tito” y “El Jorobado”, nombres que se repiten en diversos mensajes extorsivos hallados en zonas como el Óvalo Dos de Mayo y el Cercado de Lima.
Un imperio criminal familiar que se expandió hasta el Callao
Las autoridades sostienen que Marín Morón logró tejer una red que trascendió las fronteras de Lima Norte para extender su control hacia rutas estratégicas del transporte público y de carga que conectan con el Callao. Según el coronel José Manuel Cruz Chamba, los Titos —como eran conocidos sus operadores— fueron pieza clave en esta expansión, enviando amenazas firmadas únicamente con el alias “Tito” tras la captura de uno de los líderes. La información obtenida en el operativo contra Los Sanguinarios de la Construcción permitió identificar cómo la familia de Marín articulaba negocios ilícitos con otras bandas locales.
La detención del presunto cabecilla se logró gracias al trabajo conjunto de la Fiscalía y la Policía Nacional del Perú, que rastrearon las direcciones IP utilizadas para coordinar los cobros y amenazas. Fue la División de Ciberdelincuencia la que finalmente confirmó su ubicación en España y coordinó con las autoridades europeas su captura. La orden internacional de detención se emitió luego del operativo en el que fueron arrestadas 14 personas, entre ellas un promotor musical vinculado a un concierto en Chorrillos, donde se detectaron nexos financieros con el clan de Negro Marín.
Con su arresto, los investigadores esperan desarticular por completo una red que habría funcionado como empresa criminal familiar. Los mensajes extorsivos, las amenazas y los ataques registrados en diferentes distritos de Lima parecen confirmar que los hijos de Marín no solo heredaron su estructura, sino también su influencia en el cobro de cupos a transportistas y constructoras. Las autoridades no descartan nuevas detenciones en los próximos días.


