La mañana de este miércoles, el Óvalo de Zárate, en San Juan de Lurigancho (SJL), quedó convertido en un caos vehicular luego de que cerca de 40 buses de la empresa de transportes Santa Catalina bloquearan un tramo de la avenida Próceres de la Independencia en señal de protesta. La medida se tomó tras el quinto ataque de extorsionadores contra sus unidades, que dejó a un conductor herido de bala.
El tránsito se paralizó por completo en al menos cuatro cuadras y generó una gran congestión en vías aledañas, obligando a muchos pasajeros a bajar de los buses y caminar para llegar a sus destinos.
El ataque al chofer
Horas antes, el conductor Marco Antonio Huamán Cosco (47) fue baleado cuando llevaba su bus a un grifo de la avenida Circunvalación para abastecerse de combustible. Según testigos, un sujeto aprovechó que la puerta de la unidad estaba abierta para subir y dispararle a quemarropa.
Indignados, choferes y cobradores decidieron no salir a trabajar con cerca de 200 unidades y, en cambio, realizaron una caravana que derivó en el bloqueo del Óvalo de Zárate. Con megáfonos y pancartas, exigieron protección frente a las mafias de extorsionadores.
Personal antimotines llegó hasta la zona para retirar los buses, mientras los conductores denunciaban que incluso se les estaba aplicando fotopapeletas por la protesta. La empresa Santa Catalina anunció que en los próximos días tomarán nuevas acciones de fuerza si no reciben garantías para seguir operando.