La violencia extorsiva volvió a golpear a los transportistas de Lima Norte. A las 7:07 de la mañana, en el cruce de las avenidas Túpac Amaru y San Felipe, un bus de la empresa Impulsa Progreso fue atacado por dos sujetos a bordo de una motocicleta. El copiloto de la moto disparó varias veces contra el conductor identificado como Raúl Laurante, conocido por sus compañeros como “Orejas”, generando escenas de pánico entre los pasajeros que escaparon despavoridos.
El herido fue auxiliado por trabajadores de su propia empresa, quienes lo trasladaron en la misma unidad hasta el hospital Sergio Bernales. Dentro del nosocomio, sus compañeros lo ayudaron a llegar a una camilla, mientras su cobradora, en medio de la desesperación, se arrodilló implorando por su vida. Según el parte médico inicial, Laurante sufrió un traumatismo craneoencefálico severo y tuvo que ser operado.
Familiares del conductor denunciaron que la empresa ya venía recibiendo amenazas y ataques previos. La hermana de la víctima relató entre lágrimas que “ya habían recibido mensajes extorsivos, como muchas otras líneas, pero ahora le tocó a mi hermano”. Trabajadores de Impulsa Progreso señalaron que el viernes anterior otro chofer fue atacado, pese a lo cual no cuentan con resguardo policial en su ruta Ate–Carabayllo.
INVESTIGACIONES EN CURSO
El bus baleado fue trasladado a la comisaría de Santa Isabel, donde peritos de criminalística realizan las investigaciones. La Policía no descarta que el atentado esté vinculado a la disputa de bandas criminales que exigen cupos a las empresas de transporte. Mientras tanto, el gremio de choferes exige mayor protección y operativos efectivos contra la ola de extorsiones que amenaza su labor diaria.