Miguel Ángel Requejo Astochado, el sujeto que empotró su camioneta contra el restaurante “Charrúa” en La Molina, rompió su silencio en una entrevista exclusiva en la que intentó justificar su accionar. Sin embargo, lejos de aclarar el incidente ocurrido la noche del pasado 2 de julio, sus declaraciones y antecedentes agravaron aún más su situación.
“Mi ojo no veía. Ni siquiera he retrocedido, yo me he ido de frente”, dijo Requejo en un intento por explicar por qué su vehículo terminó incrustado dentro del local, provocando heridas a varios comensales. Alegó además haber sido víctima de una golpiza por parte de cuatro personas, a quienes acusó de atacarlo sin razón tras un altercado verbal.
CONDUCTA AGRESIVA
Pero este no sería un caso aislado. La conducta agresiva de Requejo ya había sido registrada en otras oportunidades. En septiembre de 2014, una denuncia policial lo señala por haber agredido a correazos a una vecina en Surco. La agresión solo se detuvo cuando intervino su esposa. El mismo parte indica que también insultó al sereno que acudió al auxilio.
En febrero de 2023, fue denunciado nuevamente por golpear a trabajadores y clientes de un exclusivo spa para varones en San Isidro. Uno de los empleados relató que Requejo lo agredió con un puñetazo en el rostro y luego destrozó la vitrina de la recepción y el portón de la cochera del local.
La Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (SUCAMEC) le denegó en 2023 la renovación de su licencia para portar armas al descubrir que presentó un examen psicológico presuntamente falsificado.