Especialistas en sismología advierten que el silencio sísmico de casi tres siglos en Lima estaría por llegar a su fin, y que un terremoto de magnitud 8.8 podría sacudir la capital en cualquier momento. La advertencia cobra mayor urgencia considerando que, según estadísticas oficiales, más del 70% de las construcciones en el Perú son informales y no resistirían un movimiento telúrico de gran intensidad.
El reciente sismo de magnitud 6.1 fue un claro ejemplo del peligro que enfrenta la ciudad: viviendas colapsadas, vías bloqueadas y cientos de familias afectadas, principalmente en Lima Norte y Lima Sur. En San Juan de Miraflores y San Juan de Lurigancho, varias estructuras sufrieron rajaduras, deslizamientos de rocas y grietas en el suelo, evidenciando fallas graves en la edificación.
Expertos del SENCICO y universidades como la PUCP coinciden en que los problemas van desde la mala calidad del suelo hasta prácticas constructivas peligrosas. “Hay columnas que no empiezan en el primer piso, sino en el segundo, prácticamente están en el aire”, señaló la ingeniera Gabriela Esparsa. Además, se han detectado casos en los que, por negligencia o corrupción, se han reducido materiales estructurales clave, como el acero.
ZONAS DE ALTO RIESGO
La vulnerabilidad es mayor en las periferias de la ciudad, donde millones de peruanos viven en zonas de alto riesgo sin supervisión técnica. Mientras tanto, las autoridades instan a reforzar viviendas, capacitar a la población y promover una cultura de prevención ante lo que podría ser una de las peores catástrofes en la historia del país.
