Una guerra subterránea, silenciosa y brutal, se ha desatado en la provincia de Pataz, La Libertad. Trece trabajadores que brindaban servicios a una minera artesanal en proceso de formalización vivieron fueron maniatados, torturados y ejecutados dentro de un socavón.
Enrique Carbonel, padre de uno de los mineros asesinados, denunció que se alertó de la desaparición el martes 29 de abril a las 10 de la noche en Huamachuco. Sin embargo, las acciones de búsqueda, según las autoridades, solo se realizaron los días 30 de abril, 1 y 3 de mayo. Recién el 4 de mayo se hallaron los cuerpos en la bocamina 2590.
LA VIOLENCIA EN PATAZ NO ES NUEVA
Desde hace más de seis años en Pataz, el auge del oro ha atraído no solo a mineros informales, sino también a poderosas organizaciones criminales. La banda ‘Nueva Alianza’, antes liderada por alias ‘Gato Coté’, fue golpeada el año pasado por la policía. Sin embargo, tras el asesinato de su cabecilla en Colombia, surgió una nueva estructura criminal: ‘La Gran Alianza 2’, donde confluyen peligrosos grupos como ‘Los Pulpos’, ‘La Jauría’, ‘Los Compadres’ y la ‘Banda del Gordo Jhon’.
CAPTURAS TRAS LA MASACRE
Las autoridades han realizado algunas capturas tras la masacre. En San Juan de Lurigancho, fue detenido un sujeto con una pistola Glock registrada a nombre de una de las víctimas, integrante del equipo de seguridad. En Pataz, se detuvo a dos personas con una mini Uzi.