Un solemne repique resonó en la Basílica Catedral de Lima a las 9 de la mañana de este lunes 21 de abril. Durante varios minutos, las pesadas campanas de bronce tocaron el repique fúnebre en señal de duelo nacional. El luto por la pérdida del Papa Francisco se sintió desde las primeras horas del día en diversos templos del país. En los exteriores de la Iglesia de las Nazarenas, decenas de fieles se congregaron para la misa matutina, muchos conmovidos hasta las lágrimas, encendiendo velas y elevando oraciones frente a la imagen del Cristo crucificado.
Las banderas ya ondeaban a media asta, desde el cerro San Cristóbal hasta el Vaticano en la Catedral Metropolitana. La ciudad se vistió de recogimiento y fe. Con los brazos extendidos y el corazón dolido, fieles llegaban ante gigantografías del Papa Francisco colocadas en la catedral. “Muy apenada porque pensé que ya se había recuperado, pero ahora le pido que desde el cielo nos bendiga”, decía una mujer mientras oraba. Para muchos, su partida representa tristeza, pero también esperanza: Jorge Mario Bergoglio ha vuelto a la Casa del Padre.
Doña Victoria, una fiel seguidora del Papa, también llegó en busca de consuelo. “Era un papa muy querido por todos. Lo vi cuando vino a Lima, a Trujillo… incluso fui al Vaticano y le mandé una carta. Tuve un sueño y quería saber qué significaba, pero ya no recibí respuesta”, relató conmovida. Al igual que ella, miles recuerdan la visita del Santo Padre al Perú en 2018, una jornada marcada por el fervor popular, la unidad y la fe.
RECORDÓ A FRANCISO
El cardenal Pedro Barreto recordó entre lágrimas el vínculo especial del Papa con el Perú. “Él decía: ‘¿Qué pasa con el Perú? Desde que llegué, la gente corre, el país está en movimiento’. Quedó encantado con la religiosidad del pueblo, llegó a decir que esta es una tierra ensantada de santos”, rememoró. Su partida deja un vacío espiritual, pero también un legado imborrable en el corazón de los peruanos, especialmente entre quienes lo acompañaron de cerca durante su visita histórica.
