Eran poco más de las diez de la noche cuando dos delincuentes armados irrumpieron en un chifa ubicado en la cuadra 10 de la avenida Agustín de la Rosa Toro, en el distrito de San Borja. Las cámaras de seguridad captaron el momento exacto del ingreso: uno de los sujetos, con lentes y el rostro inicialmente descubierto, se colocó la capucha al cruzar la entrada. Detrás suyo, su cómplice, armado, acababa de reducir al vigilante del local. En cuestión de segundos, el primero se dirigió a la caja registradora con una mochila abierta y comenzó a sacar el dinero.
Mientras el delincuente vaciaba los cajones y forcejeaba con la dueña del restaurante —quien logró lanzar su celular lejos para evitar que se lo arrebataran—, el segundo mantuvo el arma empuñada y vigilaba al personal. Se llevó el celular de un comensal que, pese a la situación, continuaba comiendo en su mesa. Una joven de negro sí consiguió esconder su dispositivo móvil. A pesar del violento asalto, no se registraron heridos.
Testigos indicaron que el monto robado es aún desconocido y que será determinado por la propietaria del local. En total, había alrededor de ocho personas entre clientes y trabajadores al momento del robo. El hecho ha dejado un ambiente de nerviosismo entre los presentes, y varios locales de la zona —conocida por sus restaurantes y cebicherías— han expresado su preocupación, ya que no sería el primer robo a mano armada en los últimos días.
DELINCUENCIA IMPARABLE
Vecinos de la zona afirmaron que, aunque usualmente se percibe como un lugar tranquilo, los asaltos han incrementado. Algunos relataron que semanas atrás se produjo un atraco similar perpetrado por delincuentes en motocicleta. Ante estos hechos, personal de serenazgo y agentes de la comisaría de San Luis continúan patrullando la zona de forma constante para reforzar la seguridad en este punto crítico del distrito.