Randy y Richard Cardozo murieron acribillados a manos de cuatro delincuentes que los siguieron a bordo de dos motocicletas. El crimen ocurrió cuando las víctimas intentaban escapar a toda velocidad por la Panamericana Sur, tras recibir los primeros disparos en la calle Juan Fernández. Lamentablemente, fueron alcanzados por las balas y su vehículo terminó estrellándose contra otro auto.
Según testigos, los atacantes dispararon desde ambos lados del vehículo, sin darles oportunidad de escapar. La escena fue violenta: al menos 20 casquillos de bala fueron hallados en el lugar. Un vecino relató que los sicarios ya sabían a quiénes tenían que ejecutar y actuaron con total sangre fría antes de huir hacia el norte.
De acuerdo con los familiares, Richard Cardozo —quien trabajaba como taxista por aplicación y realizaba viajes hacia Ica— había estado recibiendo amenazas de extorsionadores. Le exigían pagos de hasta 10 soles para dejarlo trabajar. La víctima había reportado estos hechos semanas antes del crimen. Su caso, como el de tantos otros, fue ignorado por las autoridades.
FAMILIA EXIGE JUSTICIA
La tragedia deja a una niña de apenas 10 años en la orfandad. Entre escenas de dolor, los familiares no solo lloraron a sus muertos, también exigieron justicia y seguridad. Una de las dolientes expresó su indignación contra el Gobierno: “Que no sigan con esta presidenta que no hace nada por la inseguridad de este país… cada día se hunde más”. Un grito que hoy resuena con más fuerza en un Perú golpeado por la violencia.