La violencia criminal ha alcanzado un punto crítico en Villa El Salvador y otros distritos de Lima, donde los transportistas se han convertido en el blanco principal de bandas dedicadas a la extorsión. La reciente ola de asesinatos y amenazas ha obligado a las autoridades a tomar medidas extremas, como blindar con chalecos antibalas a los serenos del distrito.
Los responsables de esta ola de terror son grupos criminales como "Los Injertos de Villa", quienes han sembrado el miedo entre los conductores de transporte público y particular. En un video reciente, integrantes de esta banda amenazan a un taxista colectivo, exigiéndole que informe a sus compañeros sobre el pago de cupos o, de lo contrario, enfrentarán las consecuencias.
Uno de los principales cabecillas de estas organizaciones es Exón García Tapia, alias "Gokú", líder de "Los Pishtacos de Villa Chaveta". A pesar de haber cumplido prisión preventiva el año pasado, continúa operando en la sombra, manejando la red de extorsionadores que acecha a los transportistas de Lima Sur. Junto a él, delincuentes como "Alesito" y "Hueso" también encabezan estas mafias.
La situación no se limita a Villa El Salvador. En distritos como San Juan de Lurigancho, la "R Dorada", una organización criminal conformada por delincuentes del Rímac y SJL, ha impuesto su ley entre los colectiveros. Los conductores que no se pliegan a sus reglas son marcados y amenazados, incluso en zonas como San Isidro y Miraflores.
La respuesta de las autoridades ha sido insuficiente ante el avance de estas mafias. Mientras los transportistas se ven obligados a pagar cupos para trabajar sin ser atacados, los criminales siguen ampliando su dominio. El país parece desangrarse a merced de la delincuencia, y la pregunta sigue en el aire: ¿Quién pondrá freno a esta ola de terror?
