San Juan de Lurigancho ha sido escenario de un alarmante avance en las tácticas criminales. En un operativo reciente, el Grupo Especial contra el Crimen Organizado (Grecco) intervino una vivienda en la que se halló un arsenal utilizado para fabricar explosivos de alta potencia, utilizados para extorsionar.
Entre los elementos confiscados se encontraron 45 cartuchos de TNT, fulminantes eléctricos, ocho mechas fosforescentes, tres iniciadores eléctricos, una caja con cuatro bombas caseras, baterías, cartuchos y pistolas abastecidas.
Según el coronel PNP Roger Cano, jefe de la Brigada Especial contra el Crimen en Lima Norte, estos artefactos cuentan con un impacto demoledor y mutilador. El comandante general PNP Víctor Zanabria calificó estos actos como "terrorismo evidenciado".
MODUS OPERANDI
Según Zanabria, los delincuentes están empleando dispositivos electrónicos, como iniciadores activados a través de teléfonos celulares, para detonar los explosivos a distancia. Un caso reciente en la zona de Mariátegui, en SJL, delincuentes dejaron un explosivo frente a una bodega. La detonación ocurrió un minuto y 20 segundos después de haber sido colocada, demostrando la sofisticación de estas bandas criminales.