Desde que Juan José Santivañez asumió el Ministerio del Interior hace 242 días, la inseguridad ciudadana ha alcanzado niveles alarmantes, según cifras del Sistema Informático Nacional de Defunciones (SINADEF). Durante este período, los homicidios han incrementado un 30% en comparación al mismo intervalo del año anterior, con un total de 1,389 muertes violentas, siendo el 90% de ellas causadas por armas de fuego. Esto equivale a un promedio de seis homicidios por día, cifras que exponen un panorama crítico en la lucha contra la delincuencia.
Analistas como Juan Carbajal y el exviceministro Ricardo Valdés han cuestionado duramente la gestión de Santivañez, señalando la falta de transparencia en el manejo de los datos y la desaparición de plataformas informativas clave, como los reportes de operativos policiales. Según Carbajal, antes del retiro de estas herramientas, se había revelado que el 46% de los operativos en distritos bajo estado de emergencia no tuvieron éxito. La eliminación de estos registros ha sido interpretada como una estrategia para maquillar la percepción de éxito de la política de seguridad.
Mientras tanto, el propio ministro ha sostenido públicamente que el Perú está liderando la lucha contra la delincuencia en la región, aunque sin respaldo tangible en las cifras. Declaraciones como esta han sido calificadas por expertos como “una negación de la realidad”, reflejo de un gobierno que prometió mucho en seguridad, pero cuyos resultados son insatisfactorios. La brecha entre las promesas y los hechos se evidencia en la persistencia de la criminalidad incluso después del estado de emergencia.
PERCEPCIÓN DE FRACASO
La percepción de fracaso en la gestión ha generado preocupación no solo en la ciudadanía, sino también en analistas y exfuncionarios, quienes exigen acciones mucho más concretas y medidas efectivas para frenar la ola de inseguridad que afectan casi todas las ciudades del país. Con la criminalidad avanzando y los homicidios en aumento, la presión sobre la gestión de Juan José Santivañez crece, exigiendo cambios urgentes en la estrategia de seguridad nacional.