En el segundo día de paro, a pesar de la incertidumbre y el temor latente, los transportistas de Lima Norte salieron a trabajar, impulsados por la necesidad de llevar sustento a sus hogares.
Desde las primeras horas de la mañana, los buses del transporte público circularon con mayor regularidad, y los precios de los taxis colectivos se estabilizaron en comparación al día anterior.
PRESENCIA POLICIAL EN LA ZONA
Sin embargo, en las zonas más alejadas de la Panamericana Norte, desde Pro hasta el kilómetro 35, la presencia policial fue notoriamente menor que en el primer día de protestas.
Aun así, los transportistas, aunque con miedo, priorizaron la necesidad de continuar trabajando para no afectar a sus familias.