La agresiva evolución de la segunda ola de COVID-19 se ha evidenciado en las muestras radiológicas. Pues, el efecto en los pulmones, en una primera fase, es el periodo de incubación, presentando síntomas que pueden ser casi imperceptibles. Sin embargo, el proceso inflamatorio puede ser muy veloz.
En el momento en que el coronavirus llega al pulmón, las células inflamadas destruyen parte de sus tejidos. Las imágenes radiológicas muestras como telas semitransparentes que van cubriendo este órgano vital parcialmente.
Es por ello que, durante la segunda ola, se ha observado en los exámenes radiológicos, pulmones que en solo 4 días fueron tomados rápidamente por el virus, afectados en su totalidad.