Combis y cústers con deudas que llegan hasta los 20 mil soles, con órdenes de captura, y en un estado realmente deplorable, continúan circulando y ejerciendo su trabajo como transporte informal.
Esta problemática que radica en la impunidad de estos vehículos no solo contribuye a que Lima sea sólidamente la tercera ciudad con mayor congestión vehicular, sino que significan un peligro para los pasajeros que se transportan en estas, así como para peatones y demás conductores.
Carlos Peña, subgerente de Movilidad Urbana de la Municipalidad de Miraflores, asegura que esto sucede debido a la corrupción, la misma que opera en casos de delincuencia, con criminales que son detenidos pero luego liberados.
“La liberación de estos vehículos infractores es posible por el mismo motivo por el cual las millonarias multas nunca son pagadas: impugnaciones y recursos ante el Poder Judicial son interpuestos por sus propietarios para poder, gracias a medidas cautelares y procesos externos, continuar circulando”, explica el experto.
Precisamente la Municipalidad de Miraflores es una de las pocas que ha intentado frenar este problema, siguiendo una política que busca erradicar la informalidad en el transporte, y que de enero a julio ha conseguido poner en el depósito a 60 vehículos cuyas multas suman un total de 58,530,845 soles.