Los vecinos de la cuadra 7 del jirón Napo en Breña viven aterrados desde que empezó a funcionar una distribuidora de gas donde negligentemente realizan trabajos de soldadura de día y de noche a escasos metros de la gran cantidad de balones que ahí mantienen.
Temen que en cualquier momento pueda ocurrir una explosión, o algún accidente similar que ponga en riesgo la vida de todos los residentes de la zona. Muy cerca hay un nido, una fábrica de carteras y una gran cantidad de viviendas.
Esta mañana el local, que en ocasiones anteriores ha sido clausurado, volvió a recibir una sanción por parte de los fiscalizadores de la municipalidad. Sin embargo, aún con todos los letreros de clausura, nuestras cámaras pudieron captar cómo continuaban laborando con normalidad.