Los delincuentes no solo son unos especialistas en el crimen, sino también en el teatro, pues en algunos casos escenifican momentos dolosos que podrían ablandar el corazón a cualquiera, sin embargo, no se deje engañar por esa máscara que solo buscar dar pena a las autoridades que los detienen.
“Ese llanto es un llanto falso, es un llanto hipócrita, es un llanto teatral. Lágrimas de cocodrilo, lágrimas falsas”, sostuvo Gustavo Dávila, criminólogo.
Sin importar el género, tanto hombres como mujeres lloran ante las autoridades y prometen no volver a delinquir para ser liberados, pero ello no funciona debido a que la Policía está preparada para no dejarse influencias por estos sujetos.
“Los policías con experiencia, con especialización saben que esto es una farsa, es una mentira, es un teatro y no se dejan impresionar”, aseguró Dávila.