Tras el fallecimiento de una adolescente de tan solo quince años, la familia de esta autorizó la donación de sus órganos, los cuales fueron trasladados a distintas partes del interior del país debido a la carencia de donaciones en favor de los enfermos.
De manera coordinada, se efectuó una operación a cargo de EsSalud, y que combinó los esfuerzos de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) , las líneas aéreas comerciales y el Ministerio de Salud, además de involucrar a 60 profesionales de la salud.
Los órganos, un corazón e hígado, llegaron justo a tiempo a Lima, y fueron rápidamente trasladados al Instituto Nacional Cardiovascular y al Hospital Rebagliati para salvarle la vida a dos personas. Los riñones de la niña viajaron, en cambio, hacia la ciudad de Chiclayo.
Fiorella Molinelli, presidenta ejecutiva de EsSalud, declaró que tan solo dos personas por cada millón de habitantes donan sus órganos al año; situación que, evidentemente, debemos revertir.
