La familia Crisanto Vargas ha sido golpeada varias veces por la fatalidad. Hace unos meses la familia perdió al hijo mayor, quien fue asesinado de un balazo en la cabeza y ahora llora la partida de su otro hijo, que fue asesinado de la misma manera.
Ambos empresarios, dueños de un circuito de manejo cerca al touring, venían recibiendo amenazas de muerte, eran extorsionados por sujetos que les pedían cupos de dinero a cambio de dejarlos trabajar en su negocio.
El sicario estaría identificado gracias a un identikit realizado por la policía. Sin embargo, esta situación tiene atemorizados a los más de 50 negocios alrededor del touring, que han caído en las redes de los extorsionadores, aunque la mayoría prefiere guardar silencio.