Los propietarios y trabajadores de los salones de belleza de Villa María del Triunfo vienen siendo atemorizados por un par de mujeres que vienen robando a estos lugares.
Cámaras de seguridad han logrado captar tanto sus rostros como la manera en la que operan. Ellas ingresan a estos locales fingiendo ser clientas, pero solo una logra atenderse, mientras que la otra aprovecha la distracción de los empleados para sustraer costosos aparatos. Posteriormente con una excusa, ambas logran eludir pagar y escapan.
Sin embargo, en otros casos, los delincuentes no solo aprovechan para adueñarse de objetos de estos salones de belleza, sino también del dinero y de las pertenencias de los clientes, tal y cómo han narrado las víctimas en su momento.