Enmarañados aéreos invaden algunos puntos de Lima. Cableados que amenazan con causar una posible tragedia, pues se pueden encontrar cables cortados, colgando hasta donde cualquiera puede llegar y tocarlos, incluso un niño.
Este desorden tendría una larga lista de responsables, los cables aéreos serían instalados por empresas que brindan servicio de cable, telefonía o fibra óptica, algunas son formales pero la mayoría son clandestinas.
Cuando hay un cable averiado se instala uno nuevo, pero no se retira el anterior, de esta manera se va acumulando las marañas de cables negros en diversos lugares de Lima. Por otro lado, al dejarse cables mal instalados, enredados, estos se pueden energizar y convertirse en un peligro para los transeúntes.
Ante este problema se ha propuesto una alternativa: eliminar los cables aéreos y colocarlos bajo tierra, así lo propone el proyecto de Ley 2322/2017, que declara de interés nacional y necesidad pública que las instalaciones eléctricas de comunicaciones se encuentren en ductos subterráneos, la cual se encuentra actualmente en la comisión de Vivienda y Construcción del Congreso.
Aunque esta propuesta se encuentra en debate, es posible que no llegue a ver la luz. Ya anteriormente hubo propuestas similares, como en el 2006, cuando se dio el reglamento nacional de edificaciones, que estableció que las redes de comunicaciones debían instalarse subterráneamente, pero Indecopi dejó sin efecto dicha norma por considerarla una barrera burocrática carente de razonabilidad. Por ahora, está en manos del Congreso de la República hacer realidad o no esta propuesta.