Paula Marchena de 49 años, la madre de la joven quemada en un bus de transporte público y su padre Danilo Ágreda Sandoval de 66, llegaron a la capital para ver a su primogénita, luego de 18 horas de angustia y de frustración por estar tan lejos de su hija al saber que Eyvi fue salvajemente atacada y prendida en fuego en Miraflores.
Sus padres son una pareja de campesinos que vive en la comunidad de San Juan de Pacay, en el distrito de San José de Lourdes en Cajamarca. Ellos fueron alertados con la tragedia por una de sus hijas.
Ambos llegaron vía terrestre y tras el largo viaje inmediatamente abordaron un vehículo del Ministerio de la Mujer con rumbo al Hospital Almenara para reunirse con su hija.