Eduardo Romero Naupay, el sujeto que mató a cuatro personas en el Royal Plaza de Independencia y que dejó heridas a otras nueve, tenía en su poder dos armas de fuego (una Pietro Bereta y una Bersa 9 milímetros). Increíblemente, este hombre de 32 años había pasado todos sus exámenes psicológicos para obtener legalmente una de sus armas, aunque con un detalle: sus documentos eran falsos.
Según el documento presentado, Romero Naupay no presentaba antecedentes penales, tampoco antecedentes policiales y su certificado de salud mental arrojaba que era un hombre apto obtener su licencia. Sin embargo, la Sucamec detectó que el sujeto no trabaja en el lugar que indicaban sus papeles y se le negó la renovación de su licencia.
“Él (Eduardo Romero Naupay) pasa el examen de evaluación psicológica en el San José y lo declaran apto, pero nosotros gracias a los filtros certificamos que el certificado de trabajo era falso”, señaló el representante de la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (Sucamec), Rubén Orlando Rodríguez Rabanal, en diálogo con un equipo de 24 Horas.
Por eso, la pregunta que todo mundo se hace es, ¿cómo pudo obtener este hombre, que fue capaz de apretar una y otra vez el gatillo para matar a cuatro personas inocentes, un certificado de salud mental aprobatorio? ¿Acaso las evaluaciones que certifican la salud mental en las instituciones del país no se están llevando a cabo de manera correcta?