A sus cortos 5 años, la pequeña Adriana tuvo que afrontar un traumático secuestro. Tras ser liberada de sus captores, los fantasmas la perseguirán por mucho tiempo.
Psicóloga infantil, Janeth Oliveros, afirma que la menor podría sufrir trastornos psicológicos que se reflejarían en agresividad, desconfianza y en llanto sin explicación.