El complejo arqueológico de Chichén Itzá, ubicado en la península de Yucatán (México), reabrió sus puertas el público tras permanecer cerrado por la pandemia de la COVID-19.
La reapertura coincidió con el equinoccio de otoño, justo cuando los rayos solares muestran una sombra sobre las escaleras, que se asemeja a Kukalkán, un dios con forma de serpiente emplumada y que guarda relación con el viento y el agua.
Al evento acudieron 3.000 turistas provenientes de diversos países de América, bajo estrictos protocolos de bioseguridad, para frenar el contagio del nuevo coronavirus.