El calentamiento global sigue siendo uno de los problemas más serios de nuestro planeta, pues los cambios que genera podrían ser muy peligrosos para los seres vivos.
Según expertos, el derretimiento de las regiones polares provocaría la liberación de virus y bacterias que han estado congelados durante siglos, incluso milenios. Un antecedente reciente ocurrió el 2016, donde un niño murió y cerca de 20 personas fueron hospitalizadas en Siberia tras ser infectados por Antrax.
Según los científicos, la enfermedad se habría propagado por un reno que murió hace más de 70 años y cuyo cadáver salió a la superficie por el derretimiento de una zona ártica. También se han descubierto indicios de la gripe española de 1918 en cadáveres de animales sepultados por la nieve de Alaska.
Algunos científicos no descartan la posibilidad que enfermedades infecciosas mortales que azotaron el mundo en los siglos 18 y 19 puedan volver. Por ello, muchos virus no han desaparecido, solo están congelados y el deshielo polar podría traerlos de nuevo a la vida actual.