Las principales estaciones del metro de Caracas en Venezuela estuvieron abarrotadas, apenas horas después de prolongarse la cuarentena para frenar el avance del coronavirus. Los venezolanos salieron a las calles sin respetar el distanciamiento social. En plena pandemia, ellos aseguran que más allá del temor a un posible contagio lo que más preocupa es qué comer.
La inflación llegó a 80% en el mes de abril. El Petare, el costo de una canasta básica subió un 109%. El salario mínimo que, ahora, equivale a 4 dólares no es suficiente, solo alcanza para comprar un poco más de un kilo de carne de res.
La fuerte escasez de combustible que afecta la distribución de alimentos, ha incidido en el aumento constante de los precios de los productos más esenciales, para obtener gasolina, los venezolanos deben esperar horas en largas colas.
En el sector salud las cosas tampoco marchan bien, 1 de cada 5 hospitales no tiene agua potable y aún en este escenario hay miles de venezolanos que quieren regresar a su país desde Colombia.