Durante el primer día de salida de los niños en Barcelona y Valencia, muchas personas no respetaron el distanciamiento social y varios menores no tenían puesta la mascarilla, a fin de minimizar la propagación del COVID-19.
Ante esta alarmante situación, las autoridades españolas decidieron mantener la vigilancia por aire y tierra. Además, en la capital de Cataluña se impusieron hasta 650 multas a los adultos que desacataron las medidas sanitarias recomendadas.
Mientras tanto, el número de recuperados continúa aumentando en el país europeo, pues alcanzó los más de 100 mil casos.