El estado de Florida, en Estados Unidos, ejecutó a Gary Ray Bowles, de 57 años, un asesino en serie de hombres homosexuales adultos que en el transcurso de ocho meses en 1994 mató a seis personas.
La ejecución, con inyección letal, se realizó en la Prisión Estatal de Florida. La Corte Suprema de Estados Unidos desestimó una apelación de última hora presentada por su defensa. Una de las tantas a lo largo del proceso.
Bowles fue condenado a muerte por el asesinato en noviembre de 1994 en Jacksonville Beach (Florida) de Walter Hinton, el último de sus seis crímenes cometidos a lo largo de tres estados de la costa este.
El condenado mantuvo un común denominador en sus crímenes: ahogaba a sus víctimas -hombres con los que se iba a vivir- con diferentes objetos, entre ellos trapos, rollos de papel higiénico, tierra, etc.
La de Bowles ha sido la segunda ejecución del año en Florida y la número 13 en todo el país. Desde que se reintrodujo la pena de muerte en 1976, en EEUU han sido ejecutados 1 503 presos, 99 de ellos en Florida.
