La devaluación del peso afecta los bolsillos de los argentinos. Los comercios han subido sus precios hasta en un 20%. Mientras tanto, el dólar sigue superando los 60 pesos, lo que afecta a consumidores y vendedores por igual.
En un intento por salvar la situación, el presidente argentino, Mauricio Macri, anunció medidas para afrontar la crisis como el incremento del salario mínimo y el congelamiento del precio de la gasolina, sin embargo a la gente no parece serle de gran utilidad, pues algunos mencionan que lo que ganan ya no les alcanza para llegar a fin de mes.
La crisis empeoró en Argentina a inicio de semana con la devaluación de su moneda tras el triunfo del Kirshnerismo en las elecciones primarias. Macri culpó de esto a los votantes, por lo que tuvo que disculparse posteriormente.
Macri ha intentado detener el imparable desplome del peso desde el año pasado pero no ha tenido éxito, como una de las consecuencias de la inflación, los argentinos cada vez comen menos carne vacuna.