Un hombre con problemas mentales fue puesto tras las rejas por golpear a su abuela y una mujer que conversaban en una calle de Australia.
En un primer momento el le da un puñete a la joven, pero luego le propinaría una patada en la espalda. La fuerza del impacto fue tal que terminaría derribando a la anciana.
El sujeto, quien había interrumpido su medicación, fue condenado por las autoridades locales a 11 meses de prisión.