Japón viene afrontando una de sus mayores crisis medioambientales tras la gran acumulación de residuos plásticos en sus vertederos.
A pesar de tener equipos modernos para el reciclaje de esta clase de productos, no se ha podido dar una solución definitiva a esta problemática.
Una de las soluciones planteadas por las autoridades japonesas es la reducción de hasta un 25% el uso de plásticos para el 2030 y recortar la exportación de los mismos, sin embargo, algunas entidades no han visto con buenos ojos esa decisión pues no ayuda en mucho a descontaminar al planeta.