Aunque la comunidad científica lo considera una aberración ética, He JianKui defiende lo que asegura es un logro: haber modificado genéticamente dos bebés.
Dos gemelas, Lulu y Nana, fueron genéticamente modificadas por el investigador chino para conseguir que sean inmunes al virus del Sida. Las niñas fueron concebidas mediante inseminación artificial y se supo que uno de los padres de las menores es portador del VIH.
Este hombre empezó el trabajo en la segunda mitad del año pasado y usó una tecnología de edición genética con el que pudo cortar y pegar el ADN.
La universidad de Ciencia y Tecnología del Sur de la ciudad de Shenzen, donde JianKui tiene una cátedra, ha marcado distancia con el proyecto que, según indica, se realizó fuera del campus y violó la ética y los estándares académicos. Varios expertos también han condenado lo ocurrido y lo tildan de práctica peligrosa.