Uruguay no solo ha despertado el interés de la prensa local por el pedido de asilo político que realizara el exmandatario Alan García, sino también por las recientes investigaciones que revelarían que una empresa de fachada de Camargo Correa habría sido constituída para camuflar envíos por seis millones de dólares a través de la mencionada constructora en Perú.
“Hay elementos que apuntan que hubo simulación de contratos, que se crearon empresas ficticias para enviar dinero de Camargo y Correa a través de Uruguay a otros países, uno de ellos el Perú”, señaló Oscar Libon, periodista de investigación de Convoca.
Y según la investigación, tales indicios se desprender de la revisión de correos electrónicos de documentos y contratos que figuran en los archivos del caso Castillo de Arena en Brasil. Allí existirían borradores de la empresa uruguaya Logil, creada en 2006, tiempo después de que terminara el gobierno de Toledo y empezara el de García.
Cabe mencionar que las denuncias fueron hechas a nivel de empresas privadas, donde no estaría involucrado el estado uruguayo.